Deporte y Pandemia // LA EMOCIÓN A FLOR DE PIEL

Por: Agos Figueroa

Ya vamos casi dos años de pandemia. Dos años donde se sufrieron muchas pérdidas, en todo sentido. Pero dos años donde nos volvimos más fuertes que nunca. Donde supimos valorar hasta los pequeños detalles de la vida y así encontrar nuevas alegrías. Y muchas de estas vinieron de las manos de ellos, de los deportistas.

Estos últimos meses tienen un sabor especial, porque, aunque no seas futbolero, te emocionaste cuando viste a Messi levantar esa tan ansiada copa y lo viste ser más líder que nunca y acompañado de un tremendo grupo humano. Porque, aunque no entiendas nada de cualquier deporte, madrugaste, o ni siquiera te ibas a dormir, por quedarte a ver algún partido de nuestro seleccionado en los Juegos Olímpicos de Tokio. Tantos días prendidos a una pantalla para ver el avance de nuestros deportistas. Tantas lágrimas lloradas cuando se retiró la “Peque” Pareto o Luis Scola. O como cuando los pibes de rugby trajeron la primera medalla, las leonas la segunda y coronamos con vóley en un partido histórico. Incluso esperamos con ansias a nuestra delegación en los Juegos Paralímpicos en la misma ciudad, donde nos vimos más que bien representados e inflamos el pecho de orgullo.

Y, por si fuera poco, la noche del jueves te mejoró automáticamente la semana. En un Monumental, donde la gente pudo volver a sentarse en las tribunas, estaban ellos, jugando el tercer partido de esta ronda de eliminatorias, en una noche en la que ninguno de nosotros sabíamos que íbamos a vivir un momento emotivo. Y así pasaron los minutos. Llegaron los goles y con cada uno, nos emocionábamos más. Y así, un tal Leo Messi, rompió un récord histórico, y se quebró en llanto frente a su país, porque lo esperaba hace mucho, porque todos lo queríamos ver feliz.

No es dejar de lado una realidad, es simplemente, poder disfrutar de vez en cuando, de pequeñas grandes alegrías, que tal vez no cambien el curso de nuestras vidas, pero que, al menos por un rato, nos pone una sonrisa de oreja a oreja y nos hace sentir orgullosos de ser argentinos.

Es el deporte en general. Que no se pierda nunca. Que de a poco empiecen a crecer otras disciplinas que tenemos talento de sobra, y talento del bueno.